La hipocresía (del griego ὑποκρισία) es según la RAE el fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan, pero me gustaría llamarla “el gusano”, primo de la mentira. Ese “gusano” vive dentro de cualquier persona que esta dispuesta a acogerlo dentro de sí mismo. Estas personas suelen ser mentirosos profesionales y suelen ser también muy creídas. Es bastante difícil de detectarlas, pero no imposible. Una vez acogido el “gusano”, la persona afectada empieza su aventura en el mundo. Comienza a hacerse amigo de la gente creando una falsa identidad de sí, solo para saber más información sobre la vida de esta, para después divulgarla delante de un amplio público interesado o no, diciendo lo típico: “dímelo que no se lo digo a nadie”, después añadiendo un par de mentiras para hacerla más interesante. El infectado llega a un punto cuando se engaña hasta a él mismo y ese es el momento cuando pierde su identidad completamente. Se mira en el espejo y no se reconoce. Vive una vida falsa, de la cual no esta contento, pero debe seguir su rollo para no quedar mal, ya que su identidad ha llegado a tener una cierta fama que lo posiciona entre los más “guays”. Como antes he dicho, esa persona se puede detectar analizando su comportamiento con otras personas que conoce desde siempre. Entonces se puede ver donde falla y se le puede pegar una colleja diciéndole: “despierta colega”.
Te identificas? Hablo de tí? Si te identificas y estas ya harto de ser hipócrita, aún puedes salvarte. Para matar al “gusano”, lo que tienes que hacer es reconocer lo que has llegado a ser. Reconocer tu verdadera identidad y aunque perderás tu fama y un montón de “amigos”, don’t worry. El que realmente ve en ti un amigo, te perdonará y valorará tu valentía. Sé valiente y reconócelo!
Carpe diem
Denis.